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¿Son lo mismo secado y curado de pintura?

Es importante que las empresas que dependen de las distintas fases de aplicación de pinturas y recubrimientos en polvo, desde el pretratamiento hasta el curado en un horno industrial, tengan claridad en los conceptos que manejan. Hemos notado que muchos usan indistintamente los conceptos de secado y curado. En realidad, tienen notables diferencias, según las características de la pintura y los efectos deseados.

Aclaraciones previas

En algunos casos, los términos técnicos proceden del léxico popular. En los inicios de la fabricación de pinturas industriales (en el último cuarto del siglo XIX y principios del XX), el vocabulario existente fue acomodándose para definir ciertas características de las pinturas.

Por ejemplo, la palabra secado, que significaba una total evaporación del líquido contenido en un objeto específico, fue utilizada para definir el tiempo requerido para que las pinturas perdieran toda su pegajosidad, ya que en el pasado se usaba solo la versión líquida; y consistía en la prueba fehaciente de la evaporación total de los componentes volátiles.

Actualmente, los términos curado y secado son usados de una manera imprecisa y, en ciertos casos, sin seguir normas específicas. Con esto pretendemos concientizar al lector de la falta de concreción producida en la terminología del sector, aunque aún hay un abismo considerable entre el vocabulario usados por usuarios y fabricantes, que compromete la interpretación que los primeros hacen sobre el contenido en las hojas técnicas de los equipos de pintura electrostática, entre otros.

Secado y pintura

Antes de abordar las diferencias entre ambos conceptos, es necesario dividir a las pinturas en dos grupos. El primero abarca aquellas donde la evaporación de los componentes volátiles genera una película con características definitivas. El segundo comprende aquellas donde, tras la evaporación de los elementos volátiles, se requiere aún una reacción química en un horno industrial, que cambiará progresivamente sus características hasta conseguir las definitivas.

El primer grupo está formado por las pinturas cuyo proceso de formación se limita únicamente a la evaporación de los componentes volátiles. En otras palabras, se trata del secado físico. Algunos ejemplos son pinturas nitrocelulósicas, polímeros en dispersión, entre otros que, una vez formada el film compuesto por un material sólido, presenta características que pueden considerarse como definitivas.

En segundo grupo abarca productos en uno o dos componentes, que se convierten por una reacción química y que, una vez evaporado el disolvente, son sometidos a cambios producidos mientras la reacción persiste, además requieren de más tiempo para alcanzar sus características definitivas, entre otros factores, como radiación y calor. Un ejemplo es la pintura electrostática, que es ventajosa en materiales metálicos.

Aquellos productos basados en resinas epoxi o de poliuretano,  al perder su pegajosidad, cuentan con características que no pueden considerarse como definitivas y que varían con el tiempo. Tampoco hay que olvidar las pinturas horneables basadas en combinaciones de ciertas resinas amínicas con otras, donde la evaporación de los disolventes es apenas el umbral de la reacción, que termina únicamente con calor aplicado. Conocer ambos grupos es importante, ya que tanto el secado como el curado corresponden a uno de ellos.

Curado

Generalmente, se usa el concepto para referirse al proceso de obtención de las características finales en pinturas que requieren de una reacción química para lograr ese objetivo o que se ofrecen en dos componentes.  Algunos ejemplos de pinturas que requieren curado son el polvo las de resina de poliuretano, cuyo endurecedor está basado en isocianato y de resina de epoxi y endurecedor a base de poliamida y amina.

Se dice que las pinturas que necesitan una reacción de radicales libres o entre dos componentes, humedad ambiental, carbonatación, entre otros, curan o tienen un tiempo de curado específico. Para que el proceso sea exitoso, es necesario usar un auxiliar en el proceso de pintura, por ejemplo, el horno de convección. Desde una interpretación técnica, el curado es conocido como reticulación y consiste en la formación de una red molecular en tres dimensiones, que se forma por la unión de distintas cadenas poliméricas homogéneas.

Secado

Se genera en el momento en que se evaporan los componentes volátiles del recubrimiento. No implica necesariamente usar un horno industrial. Generalmente, se presenta por dos métodos:

  • Secado por oxidación. Al evaporarse los componentes volátiles, el recubrimiento requiere una reacción de los dobles enlaces de los aceites con el oxígeno del aire. De esta manera, se pierde la pegajosidad y se obtiene dureza final.
  • Secado físico. Ocurre por la simple evaporación de los disolventes. Al suceder lo último, no se generan modificaciones químicas que impacten en sus características. Algunas pinturas que pueden someterse a secado físico son las plásticas (polímeros en dispersión, caucho ciclado o clorado, basadas en nitrocelulosa, entre otras).

Si desean un horno de pintura de calidad para curado o secado, contacten a los expertos de Powdertronic. Pidan más información al (55) 5239 4775, (55) 5358 9132 o completen el formulario disponible en nuestro sitio web.

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