El recubrimiento de zinc-níquel es ampliamente usado en industrias de automoción, fundición y piezas de sujeción, debido a sus notables ventajas en comparación con el zinc-níquel convencionales, como alta resistencia a la corrosión, mayor dureza y resistencia al desgaste, alta resistencia al calor (que permite usarlo en un horno de convección para su curado), baja fragilización por hidrogenado y posibilidad de aplicar procesos anteriores. Hay dos subtipos en este recubrimiento: ácido y alcalino, que deben conocer si lo implementarán.