En los procesos de pintura modernos generalmente una de las etapas más importantes es la etapa de curado. En esta los componentes de la pintura (líquida o en polvo electrostático) se funden sobre la superficie para lograr una película. El proceso de curado ayudará a la película a obtener propiedades físicas y químicas mejoradas.
El proceso de curado se realiza en hornos, estos hornos generalmente tienen temperaturas ajustables para poder curar diferentes tipos de pinturas. Cuando hornean pinturas líquidas poliéster, epóxicas generalmente trabajan entre 80 y 120 grados centígrados. Para curar pinturas en polvo las temperaturas suelen oscilar los 170 a 210 grados. Los recubrimientos siliconados utilizan rangos entre los 270 y 305 grados, y las pinturas fluoradas entre 350 y 432 grados. Los tiempos de curado varían también dependiendo los tipos de pinturas, pero generalmente están entre 10 mínutos y 30 mínutos.