La aplicación de pintura electrostática en materiales plásticos y dentro de cabinas de pintura es algo que realizan muchas empresas, pese a la existencia de otros métodos de pigmentación, como el pintado de piezas en el molde o IMC (Mould Coating). Esto se debe a varias razones, por ejemplo, los bajos impactos ambientales, alta durabilidad y curado y secado rápido.
Pese a estos beneficios notables de la pintura en polvo, las empresas la usan principalmente por los acabados de fábrica que ofrece, así como su capacidad de brindar una estética capaz de soportar ante difíciles condiciones. Su utilización permite obtener colores metalizados, brillantes y con texturas, no obstante, no todos los materiales plásticos presentan una buena adherencia del polvo.
Para optimizar la aplicación de pintura, es necesario hacerlo dentro de cabinas de pintura con buenas condiciones ambientales, asimismo, la preparación de la superficie y la aplicación de un pretratamiento antes de recubrir las piezas plásticas.
Interior de cabinas
Sin importar el tipo de plástico, es importante que las cabinas de pintura cumplan con ciertas condiciones para que el proceso sea eficaz y se logren acabados de la mayor calidad:
- La cabina debe permanecer libre de partículas y polvo para no contaminar la superficie de los plásticos durante el revestimiento.
- La alta humedad relativa puede generar defectos de pintura y mala adherencia, por lo que es importante mantenerla en niveles óptimos, aproximadamente en un 50% y 60%.
- Es indispensable una buena extracción del aire, que debe incluirse en el diseño de las cabinas, así como un sistema para filtrar el aire y eliminar contaminantes que afecten la aplicación.
- Es necesario controlar la acumulación de carga estática, ya que la pintura en polvo es sensible a las descargas eléctricas.
Preparación de la superficie
Antes de pintar las piezas plásticas, tienen que considerar algunas recomendaciones acerca de la preparación de su superficie, asimismo, los parámetros del recubrimiento, la limpieza de la pistola para pintar y la buena disposición del equipo de aplicación. Se trata de recomendaciones críticas para evitar problemas potenciales de recubrimiento, que derivan en piezas con defectos que terminan rechazadas, lo que conlleva pérdidas económicas, ya que, en muchos casos, no es posible recuperar las piezas con imperfecciones.
Además, es importante considerar que las piezas plásticas tienen que permitir ser repintadas, es decir, que pueda aplicarse más de una capa, debido a que no pueden decaparse. La superficie del material plástico a revestir tiene que estar limpia y seca. Esto está comprendido dentro de la fase de preparación superficial, que implica la eliminación de grasa, polvo, desmoldante, entre otros contaminantes.
La preparación del plástico conlleva la utilización de disolventes, no obstante, hay algunos materiales que son sensibles a ellos. En estos, se recomienda usar productos acuosos, hidrocarburos alifáticos o alcoholes. Si la pieza resiste la aplicación del disolvente, es posible usar disolventes clorados en fase vapor, no obstante, muchos prefieren evitarlos por sus impactos en el medio ambiente. Ya sea que opten por los disolventes, asegúrense que se evaporen rápidamente.
Debido a que los materiales plásticos tienden a acumular cargas electrostáticas y, con ello, a atraer partículas de polvo y retenerlas, es importante que estos pasen por una estación de soplado con aire ionizado para la eliminación de los residuos. Esto tiene que realizarse justo antes de aplicar la pintura electrostática, que es más estimada que la pintura líquida para muchos sectores. Por último, asegúrense de utilizar guantes para manipular adecuadamente las piezas.
Pretratamiento para los plásticos
Ahora bien, hay varios plásticos en los que la pintura electrostática no se adhiere adecuadamente, lo que se debe a su baja polaridad. Algunos ejemplos son el polipropileno, etileno propileno dieno monómero caucho (EPDM) y el polietileno simple. En estos casos, es necesario aplicar un pretratamiento, que genera ciertas reacciones superficiales en los plásticos, aumentando así su polaridad y adherencia para la pintura en polvo.
Hay varios métodos para incrementar la polaridad de los plásticos:
- Tratamiento corona (que transforma la superficie del material mediante descargas de alta tensión.
- Tratamiento con ácido crómico en caliente.
- Tratamiento con base en radiación UV.
- Tratamiento con soluciones de benzofenona.
- Tratamiento con plasma a presiones bajas.
- Tratamiento basado en poliolefinas cloradas.
- Flameado.
Los dos últimos métodos son los más utilizados. Con respecto al flameado, se trata de aplicar una llama oxidante en la superficie de los plásticos. En muchos casos, este es complementado con un promotor de adherencia elaborado con poliolefinas cloradas, que se aplica posteriormente. Este complemento se aplica como una película ligera a través de inmersión o pulverización.
Una vez que se aplique el tratamiento, se requieren unos minutos para que los disolventes de la solución se evaporen y se puedan aplicar las capas de pintura. Cabe agregar que, si se revestirá una pieza de polióxido de metileno (POM, un material que es de difícil adherencia), será necesario aplicar durante algunos minutos un tratamiento basado en ácido fosfórico en caliente.
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