El mundo de los recubrimientos en polvo es muy variado. Tiene muchas aplicaciones, entre las que destaca el pintado de piezas metálicas y su posterior curado en un horno industrial. Para este caso, hay tres categorías de pintura cuya elección dependerá de varios factores, como la complejidad del proceso, los costos y las técnicas de aplicaciones.
Tales categorías de pinturas en polvo que ofrecen muchos beneficios en materiales metálicos incluye diferentes tipos de recubrimiento y cada uno otorga acabados específicos. Conocerlos es importante, ya que quizá haya alguno que funcione mejor para su caso y que no lo conozcan.
Recubrimientos en polvo termoestables
La aplicación de estos revestimientos con una pistola para pintar es muy parecida a la aplicación de los recubrimientos termoplásticos, no obstante, hay una notable diferencia: las pinturas termoestables presentan reacciones de entrecruzamiento. Tales reacciones químicas son irreversibles si las piezas metálicas son pasadas por la fase de horneado.
Al ocurrir la reacción de reticulación en el horno industrial, se modifican las propiedades físicas del recubrimiento, lo que hace que se endurezcan bastante bien. Algunos tipos de recubrimientos termoestables tienen mejor curado que las versiones termoplásticas. A esto se suma que, si se crean capas gruesas, estas se tornan quebradizas al endurecer.
Ahora bien, entre los tipos disponibles de recubrimientos termoestables se encuentran:
Pintura epoxi
Las piezas a las que se aplica este recubrimiento tienden a ser duros y aislantes de la electricidad, aunque, si se exponen a la radiación UV por largos periodos, perderán su lustre y se tornan quebradizos. Por tal motivo, las piezas en las que se utiliza la pintura epoxy son para aplicaciones en interiores o bajo tierra, por ejemplo, en tuberías.
Pintura epoxi-poliéster
Se trata de una mezcla de pintura termoestable y termoplástica. Tal híbrido evita el agrietamiento y funciona muy bien para aplicaciones en exteriores, lo que se debe a su excelente resistencia a factores externos.
Pintura acrílica
Este tipo de recubrimiento se adhiere bien en las superficies de las piezas, a las que confiere un acabado brillante, ya sea de color o transparente. Se utilizan ampliamente para cubrir ciertas piezas vehiculares, por ejemplo, aquellas que necesitan acabados de alto brillo o componentes expuestos de los motores.
Recubrimientos de polvo termoplásticos
Esta categoría se refiere a las pinturas sintéticas diseñadas para diferentes formaciones. Cuando se introducen en un horno industrial se derriten y solidifican al exponerse a temperatura ambiental. Asimismo, poseen excelentes resistencias químicas y mecánicas durante la fase de enfriamiento. En muchos sectores brindan excelentes resultados estéticos y de vida útil. Las variantes disponibles son las siguientes:
Recubrimientos de poliéster
Brindan una buena apariencia y se utilizan para aplicaciones exteriores, gracias a que resisten ante la exposición prolongada de agentes externos. Tienen resistencia a la abrasión y se utilizan mucho en algunas piezas expuestas en vehículos, como los puntales. Se ofrecen en una gran variedad de colores, no presentan encogimiento y resisten en ambientes industriales adversos.
Recubrimientos de PVC
Los revestimientos en polvo de cloruro de polivinilo son una excelente opción si desean acabados elegantes y duraderos para sus piezas metálicas. Presentan buena flexibilidad y funcionan bien en una gran variedad de aplicaciones, además, poseen buena resistencia ante impactos y solventes. Se utiliza ampliamente en piezas para aplicaciones eléctricas, debido a que cuentan con excelente rigidez dieléctrica.
Recubrimientos de poliolefina
Al recubrirse las piezas metálicas con este polvo, presentan una excelente resistencia a abrasivos y químicos. Es una buena opción si buscan superficies lisas y una óptima adhesión de la pintura a las piezas. Una de las industrias más beneficiadas con estos revestimientos es la médica, en la que es necesario limpiar constantemente los instrumentos de laboratorio.
Recubrimientos de nylon
Confieren resistencia a las piezas metálicas y son duraderos. Brindan una excelente protección ante químicos y solventes, garantizando la utilización de las piezas por largos periodos. El nailon posee un bajo coeficiente de fricción, lo que es ventajoso si se usa como revestimiento de piezas para sistemas transportadores o en engranajes. Tales beneficios se potencian si se optimiza el proceso de aplicación de la pintura en polvo.
Recubrimientos en polvo para curado con ultravioleta
En las aplicaciones convencionales de pintura (donde se utilizan las categorías de recubrimientos en polvo anteriores), es común el curado dentro de un horno de convección o un horno infrarrojo para lograr los acabados deseados. En este caso, las temperaturas operativas llegan hasta los 205°C, asimismo, el tiempo de curado oscila entre diez minutos o media hora. Esto complica el recubrimiento de ciertas piezas, principalmente aquellas moldeadas mediante inyección.
Afortunadamente, se han desarrollado nuevas resinas que funcionan con radiación ultravioleta para el proceso de curado. La utilización de hornos ultravioleta permite llegar a temperaturas menores que 93°C en cuestión de minutos, por lo que es excelente opción para plásticos y metales que no resistan ante temperaturas mayores. El curado es más rápido, maximizando las producciones y disminuyendo los costos operativos por pieza.
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