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¿Por qué es cada vez más usado el curado infrarrojo para recubrimientos en polvo?

Hay distintos tipos de curados en la actualidad, entre los que destacan el curado infrarrojo y por convección. Ambos ofrecen notables beneficios, sin embargo, los propietarios de sistemas de pintura en los que se requiere el cumplimiento de altos estándares de calidad, se inclinan cada vez más por el primero por diversas razones, las cuales vale la pena que conozcan si desean optimizar sus procesos de acabado.

Conozcan las maravillas de los hornos infrarrojos

El curado infrarrojo es ideal para su uso después de que las piezas hayan pasado por las cabinas para pintura electrostática, además, también son útiles para aquellas con pintura líquida basada en agua o solvente. La razón por la que es tan estimado hoy en día según expertos es porque presenta menos riesgos e implica menor complejidad durante sus pruebas. Permiten que el proceso de curación se vuelva más rápido y completo y puede manipular un amplio rango de objetos.

Si bien la tecnología infrarroja no es reciente, los diversos componentes que integra, por ejemplo, pirómetros ópticos, alta intensidad, y controladores lógicos programables, permiten que los tiempos de curado y secado más rápidos, lo que es conveniente para empresas deseosas de incrementar su producción y expandir su línea. En comparación con otros tipos de hornos, son hasta cuatro veces más veloces y su instalación no representa inconvenientes. Permiten también controles de temperatura preciso para regular todo el proceso y evitar que excesos o insuficientes que determinan la calidad de las piezas.

Hay diverso tipos de curación: ultravioleta, conducción, convección e infrarrojo. Cada uno presenta sus ventajas y limitaciones, sin embargo, los más utilizados son los dos últimos. Determinar cuál es el mejor es difícil, ya que ambos son muy competitivos, sin embargo, hay algunas razones por las que vale la pena apostar por la tecnología IR.

En qué aspectos es más conveniente el horno infrarrojo y de convección

Hace algunos años, el horno de convección para curado de pintura en polvo era muy usado por sus beneficios, los cuales lo vuelven una de las mejores opciones, por ejemplo, su uso seguro e integridad; si bien es caro, se trata de una excelente inversión a largo plazo; sin embargo, si se trata de velocidad, no superan a los infrarrojos.

Los modelos de mayor calidad proporcionan excelentes periodos de curación, aunque es necesario que en su diseño integren una buena distribución y flujo de aire. El inconveniente es su alto precio, por lo que algunos optan por modelos con menor calidad, lo que es riesgoso, debido a que producen curados parciales por los puntos fríos y calientes y tardan bastante.

Los hornos de convección, si bien son muchas las industrias que los utilizan, tienden a recalentar los productos y absorber calor en las piezas, lo que puede solucionarse aunque implica desembolsar mucho dinero, sin embargo, el proceso es seguro ya que los riesgos de que la pintura se queme son poco probables, siempre que haya un óptimo control de la temperatura.

La convección en los sistemas de pintura es sumamente eficiente debido a que permite que se curen objetos con diversas formas, además, recurren al calentamiento del aire circundante, lo que ayuda a que las cavidades en las superficies de productos irregulares sean curadas. Pude operar con múltiples recubrimientos, sin embargo, no puedan usarse en sustratos en los que las altas temperaturas pueden alterar la superficie de los objetos revestidos, por ejemplo, maderas, plásticos, MDF, entre otros.

La curación de los hornos infrarrojos se lleva a cabo mediante diversas longitudes de onda, cada una de las cuales son útiles para recubrimientos específicos, aunque los curados completos solo se consiguen con tiempos de exposición determinados. Los usuarios pueden optar por la longitud más apta para el color o tipo de pintura, lo que agiliza el proceso. Entre las diversas ventajas que ofrecen destacan las siguientes:

  • Puede ampliarse o reducirse de manera automática para que los emisores de infrarrojo se mantengan cerca de los objetos, siempre y cuando los últimos se agrupen por tamaño. Se trata de algo importante para ahorrar energía.
  • Pueden dimensionarse y conformarse para lograr calentamiento de calidad.
  • Los hornos infrarrojo no representan inconvenientes al momento de zoonificarlos de arriba hacia el medio y hacia abajo.
  • No requiere de flujo de aire ni grandes sopladores, lo que ayuda a reducir la contaminación de las piezas.
  • Se trata de la solución más rápida incluso con combinaciones de productos y recubrimiento de difícil curado. Para lograrlo es importante que se haga circular aire en ligeras proporciones para que las superficies de las piezas sean enfriadas, y que se los emisores sean mantenidos en alto.
  • Poseen un consumo reducido de energía gracias a que usan ondas infrarrojas para acelerar la curación y secado del recubrimiento, a diferencia de los hornos de convección que requieren combustible continuo y altas temperaturas. Esto conlleva beneficios medio ambientales y ahorro de costos.
  • No es necesario que las superficies de las piezas se calienten antes de iniciar el curado y abarcan todo el espesor, lo que los vuelve una excelente opción para el recubrimiento en polvo.
  • Su uso es conveniente para el curado de sustratos que pueden resultar afectados al elevar la temperatura, asimismo, puede configurarse la longitud de onda para modificar la velocidad.

Un aspecto que algunos pasan por alto o no tratan con la seriedad debida son las dimensiones requeridas para los sistemas de pintura. Los hornos de convección requieren mucho recorrido en la línea del transportador y bastantes minutos, además, tardan cuando se trata de recubrimiento en polvo y requieren de mayores temperaturas en comparación con la versión líquida. El horno de infrarrojo requiere dimensiones menores y menos tiempo, aunque el ahorro real no puede cuantificarse hasta que el revestimiento esté sobre las piezas y pueda probarse, sin embargo, su tiempo de secado o curado es superior. La reducción del tiempo de curado es casi del 60% en comparación con el método por convección.

Una de las mejoras notables de la tecnología infrarroja, por la que cada vez más se inclinan por ella, es la de sus controles (PLC). Se trata de componentes cada vez más asequibles y funcionales, a lo que se añaden los pirómetros capaces de brindar verificaciones de temperatura en todo el proceso de curado. Permiten el control de temperatura de lazo cerrado, con lo que pueden enfocarse en cierta parte del horno e incrementar o disminuir la temperatura en secciones específicas sin interacción humana. Cabe mencionar la importancia de que los operadores proporcionen mantenimiento adecuado al horno para que no disminuya su eficiencia.

Si desean actualizarse y agilizar el proceso de curado, apuesten por un horno infrarrojo como el que en Powdertronic ponemos a su alcance. Llamen al (55) 5239 4775 o completen el formulario que hallarán en la pestaña de contacto de nuestro sitio web.