Hay dos métodos de limpieza ampliamente usados en las piezas antes de pasarlas a las cabinas para pintura: disolvente y base agua. Ambos métodos son efectivos para distintas aplicaciones. Sus diferencias son las siguientes.
Base agua
En este caso, los detergentes usados emulsionan y encapsulan la contaminación. Se añaden tensoactivos, amortiguadores, detergentes y emulsionantes para facilitar la limpieza. Tanto el tiempo como la agitación y calor también favorecen el proceso. Tras las fases de lavado se aplican baños de enjuague y, posteriormente, se usan calentadores u horno de secado para secar las piezas.
Disolventes
Aseguran la disolución química de grasas en la solución. En el disolvente se sumergen las piezas, que se acondicionan constantemente mediante destilación y filtración. Posteriormente, el vapor del disolvente alcanza toda la superficie de la pieza e incluso los agujeros y se condensa en las zonas más frías para eliminar aceites residuales. Al final, se limpian y secan las piezas al vacío.
¿Cuál elegir?
Es necesario considerar algunos factores para elegir el más conveniente y garantizar la calidad en las fases de pretratamiento, aplicación y curado de la pintura en polvo:
Potencial de reúso y reciclaje de materiales de limpieza
Es importante sustituir frecuentemente los baños acuosos, ya que la tierra y suciedad se emulsionan y enjuagan en la limpieza acuosa. Por otra parte, los disolventes pueden reciclarse por múltiples ocasiones mediante la unidad de destilación que integra el sistema de desengrase por vapor o se ofrece de forma independiente. En caso de requerir limpiar mucho aceite, resulta ventajosa la posibilidad de separar el disolvente de los aceites mediante destilación, debido a que el disolvente se puede recuperar con mínimos residuos en el material de desecho.
Afinidad de la suciedad y el producto de limpieza
Los expertos se basan en un principio para limpiezas efectivas: lo igual disuelve a lo igual. Las soluciones acuosas son la primera opción para la contaminación de base acuosa, por ejemplo, lubricantes y emulsiones de refrigerantes. Por otra parte, el disolvente es la mejor opción si se eliminan contaminantes no polares a base de aceite mineral, como ceras, grasas y aceites de mecanizado. Estos contaminantes se clasifican como difusos y pueden disolverse con un agente adecuado.
Los expertos en la venta y fabricación de cabinas para pintura mencionan que hay otra categoría, que abarca polvo, virutas y residuos de pastas de pulidos. No es posible eliminarlas con un agente de limpieza, por lo que es necesaria una mecánica suficiente en el equipo de limpieza.
Configuración y tipos de metales
Las soluciones de limpieza en procesos basados en agua, que pueden ser alcalinos, neutros o ácidos son compatibles con ciertos metales. Deben considerar este aspecto para preparar el metal y asegurar una óptima aplicación de la pintura electrostática. Esta situación vuelve problemática la limpieza simultánea de diferentes metales, lo que resulta en dificultades de incompatibilidad o corrosión. Por otra parte, los disolventes son el agente compatible con los metales por excelencia.
En casos de que haya pequeños componentes, con hendiduras diminutas o geometrías complicadas, es preferible el disolvente, ya que presenta menor viscosidad y tensión superficial, lo que facilita su evaporación y humectación en instalaciones estrechas.
Nivel de calidad de limpieza requerido
Se necesitan distintos grados de energía superficial del metal para diferentes aplicaciones, donde influyen contaminantes difusos. Por ejemplo, la nitruración necesita más energía superficial en comparación con el ensamblaje o recubrimiento estándar, por lo que la energía superficial requerida tiene que coincidir con la capacidad del agente de limpieza.
En el caso de la limpieza acuosa, la contaminación se emulsiona y desborda fuera de la superficie en el agua, por lo que la calidad de la limpieza depende de la calidad de los baños de enjuague y la cantidad de baños con agua sin minerales. A medida que aumente la calidad requerida, aumentarán tanto la inversión como la necesidad de espacio para los sistemas acuosos.
Demanda energética
Los expertos en equipos de pintura electrostática mencionan que la limpieza base agua necesita mucha energía para el pretratamiento y calentamiento del agua de limpieza, el funcionamiento de las bombas de alta presión, el secado de los metales y el tratamiento del agua residual. También se necesita energía en el desengrasado con vapor de disolvente, de modo que la operación se mantenga en condiciones de vacío.
Las altas temperaturas disminuyen en el vacío, por lo que reduce también el punto de ebullición del disolvente, lo que vuelve rápida y eficaz a la evaporación. Los sistemas de desengrase funcionan de forma vertical, en cambio, los sistemas acuosos trabajan horizontalmente (un sistema convencional de lotes acuoso puede integrar un tanque de lavado y varios tanques de enjuague, lo que varía según la calidad requerida de limpieza), por lo que estos últimos consumen más electricidad.
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