Muchas empresas dependen del proceso de secado y deshidratación para garantizar la seguridad del personal y consumidores y evitar la proliferación bacteriana, ya sea en alimentos, productos, herramientas, entre otros. Para lograrlo, se aplican varios métodos y cada uno tiene sus ventajas y limitaciones, por ejemplo, el secado y deshidratación por horno de convección, por hornos de infrarrojos, entre otros. Conocerlos les ayudará a reemplazar métodos inadecuados o elegir el más conveniente para los primerizos.
Cinco tipos de secado y deshidratación
Es importante considerar el material del producto a secar o deshidratar, ya que no es lo mismo deshidratar alimentos a secar madera en hornos o medicamentos. Igualmente, se deben evaluar los requisitos de la deshidratación o secado, del proceso de producción, del espacio disponible y de la calidad de los productos terminados.
Dicho esto, los métodos más utilizados son:
Secado con horno de convección
Implica la aplicación directa de aire caliente en los productos confinados en un horno de convección. Destaca por su precio accesible, diseño sencillo y funcionamiento eficaz. Se usa, por ejemplo, para la deshidratación de alimentos, aunque es importante controlar bien el proceso para que la superficie de los productos no quede completamente deshidratada al grado de producir agrietamientos o resultados heterogéneos.
En comparación con un horno infrarrojo y otras tecnologías recientes, el horno de convección no es tan rápido, aunque esto depende de la temperatura y el tipo de material. El secado por convección es el más común, ya que es un método bastante versátil. Por ejemplo, se usa mucho en la industria alimentaria por ser uno de los métodos más directos de optimizar la seguridad e higiene de herramientas y alimentos.
Secado natural
Consiste en exponer los productos al aire y al sol. Es el método más antiguo de la lista y se usa aún por pequeñas empresas o artesanos para inhibir la proliferación de bacterias y deshidratar frutas y verduras; sin embargo, si se compara con el resto de métodos, se descubrirán algunas limitaciones, por ejemplo, requiere mucho espacio horizontal para exponer los productos y es complicado determinar el tiempo de secado homogéneo de diversos alimentos, ya que depende de factores externos, como la humedad y la temperatura. Igualmente, conlleva pérdidas de muchas vitaminas y otras propiedades de los productos.
No todo es malo en el secado natural. Ofrece grandes beneficios, por ejemplo, es el método más ecológico y no requiere combustibles para calentar, ya que funciona con aire forzado natural. Esto igual conlleva notables ahorros de dinero, pero la baja productividad que se obtiene con él no es rentable para operaciones industriales.
Secado por infrarrojos
Este método requiere del funcionamiento de un horno de infrarrojos que emite diferentes longitudes de onda, ya sea corta, mediana o larga, logrando así una gran versatilidad en el secado de herramientas y productos. No obstante, es necesario experimentar y ajustar la longitud de onda para encontrar la más adecuada a los productos a secar. Pese a ello, es uno de los métodos más rápidos en el mercado y requiere poco espacio.
El horno industrial infrarrojo se usa en situaciones donde se requiere una apariencia tostada, gracias a la posibilidad de concentrar su capacidad secante en la superficie de los productos. No se recomienda en aquellos materiales que no tienen buena resistencia ante temperaturas elevadas.
Secado por contacto
Puede entenderse como método complementario para el secado y deshidratación natural. En entornos industriales, se utilizan tambores rotativos o paredes calientes para secar los productos mediante contacto, logrando así una buena homogeneidad, aunque en ciertos casos, se utilizan paños. Es efectivo y sería ampliamente usado si no fuera por varias limitaciones, por ejemplo, deja cierto porcentaje de humedad. En situaciones donde se usen ciertos materiales que requieran altos niveles de limpieza (como la madera o cocinas industriales) no es conveniente, ya que fomenta el crecimiento bacteriano.
Al usarse en la industria alimentaria, se ha observado la pérdida de nutrientes y la falta de homogeneidad en el deshidratado. Otra limitación es que los equipos usados para el contacto son fuentes de proliferación de baterías. Aun así, se reconoce la posibilidad de automatizar el sistema para mejorar la producción.
Secado dieléctrico
Conlleva la utilización de radiofrecuencia y microondas y destaca por calentar todo el volumen de los productos de manera simultánea. El secado dieléctrico brinda resultados suaves y homogéneos y se recomienda para secar productos termosensibles, es decir, aquellos capaces de perder sus propiedades durante el proceso. A ello se debe su utilización exclusiva por el sector médico, farmacéutico y alimentario. Su limitación es el alto consumo de energía y que no es muy versátil ni flexible.
Secado de liofilización
Se utiliza ampliamente para deshidratar alimentos. Estos son enfriados a temperaturas muy bajas a través de un proceso de baja presión y vaciado. De esta manera, hay muy pocas pérdidas de las propiedades organolépticas de los productos. Si no es tan utilizada como el método de convección u otros, es por su alto precio y su funcionamiento lento.
Recuerden que el deshidratado y secado es una prioridad para la seguridad de productos y de las personas involucradas en la cadena de suministro. Si las herramientas, alimentos, utensilios, pallets de madera, entre otros objetos son secados incorrectamente, habrá riesgos para la salud e, incluso, sanciones.
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