Un gran avance en materia de recubrimientos podría ocurrir próximamente, gracias a un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estándares de Tecnología, en Estados Unidos, que inició del deseo de mejorar las coberturas de la carrocería de los automóviles. En PowderTronic no solo somos expertos en la comercialización y distribución de diversos modelos de pistola para pintar, sino que nos mantenemos a la vanguardia de los avances de la industria, es por ello que hoy queremos compartir con nuestros clientes del sector automotriz algo de información al respecto.
Investigadores de cuatro organizaciones han descrito tres versiones de un novedoso método de laboratorio que, debido a sus características rápidas y confiables, cuenta con la capacidad de simular los procesos de rayado en revestimientos traslúcidos de automóviles. Estas pruebas fueron diseñadas con el objetivo de tener una mejor compresión acerca de los mecanismos detrás de esos procesos, a fin de que los futuros equipos de pintura electrostática ofrezcan acabados más resistentes.
En la actualidad, los fabricantes de recubrimientos para la industria automovilística se valen de dos efectivos métodos de prueba, que les permiten evaluar la resistencia de las coberturas al rayado: el primero es el crockmeter y el segundo es el lavado de carro Amtech-Kistler. El crockmeter es un dispositivo que emplea una suerte de dedo robotizado que se mueve con diversos grados de fuerza y con la finalidad de imitar el daño que produce el contacto humano sobre los recubrimientos automotrices.
El segundo consiste en una rueda giratoria de cepillo, que persigue el objetivo de simular el impacto de los lavados de automóviles. Sin embargo, los expertos han determinado que, lamentablemente, estos mecanismos de evaluación solo establecen el desempeño del recubrimiento transparente, partiendo de su apariencia, lo que solo brinda resultados cualitativos, y no registros cuantitativos.
Lo que han hecho los expertos, con el propósito de poner en práctica su método innovador de prueba, es pasar un lápiz con punta de diamante sobre una muestra de polímero, de manera que pudieran mapear su morfología; luego, emplearon el lápiz para hacer un rayón y, finalmente, volvieron a estudiar la superficie. Gracias a ello, obtuvieron diferencias cuantitativas, antes y después del rayón, que les proporcionaron datos muy valiosos respecto a la vulnerabilidad a la deformación, la resiliencia y la resistencia a posibles fracturas. La buena noticia es que, partiendo de esta comprensión a nivel molecular, será posible que, en los próximos años, se desarrollen recubrimientos transparentes para automóviles mejores y más densos.
En PowderTronic somos expertos en sistemas de pintura y los proveedores de confianza a los que ustedes pueden acudir para solicitar asesoría. Para obtener más información, contáctennos hoy mismo.