El secado de madera a nivel industrial requiere de un óptimo control y estabilidad, por lo que no conviene realizarlo al aire libre, sino con un horno de convección. De otra manera, la madera será afectada por factores como falta de uniformidad en el tránsito del viento, temperaturas desiguales, entre otros. Al usar un horno, se logra un total control del proceso y un secado homogéneo de todas las piezas, permitiendo así excelentes cortes y acabados y defectos de su manipulación, no obstante, para lograr esto, es importante conocer algunos aspectos, así como la manera correcta en que debe realizarse el proceso.
Aspectos importantes del secado industrial de madera
Hay algunos conceptos que es importante tener en claro si han optado por el secado de madera en horno y no al aire libre:
Contenido de humedad en la madera
Se trata del porcentaje de humedad en una pieza de madera. Tal contenido varía según la zona de la pieza, principalmente cuando fueron recientemente secadas. Igual, si esta fue acondicionada y ecualizada, su centro y superficie tendrán un porcentaje distinto. Esto igual puede deberse a variaciones climáticas.
Agua ligada y libre
Agua ligada y agua libre son dos designaciones para las formas en las que se presenta la humedad en la madera. La primera está en las paredes celulares y la segunda en los vasos de madera. Una vez que se retira el agua libre con un horno de convección, el agua ligada comienza a decrecer en la madera.
EMC
Existe un contenido de humedad en las piezas de madera que corresponde a cualquier combinación de humedad relativa y temperatura del aire. Se trata del equilibrio del contenido de humedad (EMC).
¿Cómo se realiza el secado correctamente?
Sigan los siguientes pasos para un secado efectivo con el horno de convección para uso industrial:
Primer paso
El primer paso es calentar y acondicionar la madera en el horno, lo que se logra elevando la temperatura en la masa de las piezas, sin que estas se sequen en su superficie. De esta manera, se disminuye el porcentaje de humedad y se ablandan las capas exteriores.
Segundo paso
Aquí es donde inicia ya el proceso de secado. Lo que se busca es acelerar la evaporación de la humedad desde la superficie sin excederse. En caso de que el proceso sea rápido para agilizar el secado superficial, la madera se contraerá y rajará. La temperatura del horno varía según la etapa de secado:
- Primera etapa. Alta humedad relativa y temperaturas moderadas.
- Segunda etapa. Disminución de la humedad relativa a temperatura suave.
- Tercera etapa. Reducción de la humedad relativa a una temperatura más alta.
Tercer paso
Lo siguiente es el ecualizador, que consiste en crear un entorno propicio dentro del horno de convección, aumentado el contenido de humedad del aire en su interior. De esta forma, aquellas piezas con bajo contenido de humedad frenan el secado adicional y guardan el equilibrio de contenido de humedad a un buen nivel para que aquellas piezas con más humedad continúen secándose sin afectar a las que están más secas.
Entre los beneficios de este proceso, destaca el detenimiento del proceso en caso de que las sondas no detecten que la humedad ha alcanzado el rango que se estableció en toda la pieza, asimismo, permite que todas las tablas de madera tengan un porcentaje de humedad similar.
Cuarto paso
Aquí se acondiciona y enfría la madera. En el caso del acondicionamiento, se genera un entorno adecuado para que reduzca la diferencia de contenido de humedad entre la superficie y el corazón de la madera, es decir, se aumenta la humedad del aire para humedecer su superficie y hacer que su contenido de humedad sea lo más parecido al del corazón.
En el caso del enfriamiento, se reduce la temperatura de las tablas de madera, disminuyendo igual la diferencia entre la temperatura del exterior y la temperatura de las piezas.
Consideraciones finales
Si bien los pasos mencionados aplican para la mayoría de aplicaciones, el número de estos puede variar según el tipo de madera, su espesor, si son blandas o duras, entre otros factores. Con respecto al tiempo de secado, consideren que el secado al aire libre tarda muchísimo en comparación con la utilización de un horno industrial. Este último reduce dicho tiempo entre un 60% y 75%, lo que depende del tipo de madera y su espesor.
Otro aspecto importante es que hay ciertas maderas que se secan más rápido que otras. Un ejemplo es el pino, cuyo secado dura aproximadamente dos días. Con lo dicho aquí no queremos denostar al secado al aire libre. De hecho, puede ser un aliado antes de ingresar las piezas al horno. En este caso, se recomienda dejarlas a la intemperie entre tres y cinco días para disminuir su porcentaje de humedad y agilizar el proceso. Esto resulta muy útil si los volúmenes de madera que manejan son muy altos.
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