La pistola para pintar es un artefacto muy útil en estos días para pintar de manera uniforme y sin defectos alguna pieza. Pero como en cualquier objeto, no siempre contamos con las facilidades que este nos brinda actualmente.
Se trata de una herramienta que, como podemos deducir por el nombre, sirve para pinta distintos objetos. Pulveriza la pintura y de esta manera, logra recubrir cualquier superficie con un acabado perfecto, esto es, de manera uniforme.
Recibe este nombre porque tiene aspecto de pistola, solo que, en este caso, en lugar de disparar balas, dispara pintura. Estos equipos de pintura, se han convertido en una herramienta básica en muchas industrias, aunque también puede utilizarse para fines recreativos.
Estos sistemas de pintura son fáciles de usar gracias a su diseño que permite manejarlos de manera muy simple e intuitiva. Lo cierto es que entre más práctica se tenga, mejores serán los resultados. Además de que naturalmente, se reducirá el tiempo de pintado. Estas pistolas permiten pintar sobre superficies de distintos materiales, puede ser metal, madera, arcilla, porcelana, piedra, cerámica, vidrio y textil.
Actualmente podemos encontrarnos con una gran variedad de pistolas para pintura, ya sean profesionales o de uso doméstico. Muchas empresas ofrecen este servicio y es bastante fácil adquirirlas. Además, las hay de distintos precios.
Es una herramienta que libera a presión pintura de manera atomizada. Generalmente es posible cambiar las boquillas que dan salida a la pintura. En adición, cuenta con el gatillo, una tobera para colocar las boquillas, un contenedor para colocar la pintura y una manguera para el aire comprimido. Hay modelos que incluso tienen un manómetro para saber cuál es la presión del aire.
Historia de las pistolas para pintura
Las pistolas de pulverización derivan del invento de los aerógrafos, los cuales son utilizados para las ocasiones en las que se requiere hacer acabados con detalles, generalmente para pintar maquetas, piezas pequeñas, líneas finas o trazos con mano alzada.
Mientras que las pistolas se desarrollaron con la intención de cubrir una mayor superficie con la expulsión de pintura, lo cual sirve para ahorrar tiempo e incluso dinero. Se estima que se crearon alrededor del año 1887 en Estados Unidos.
Al igual que muchas otras tecnologías, desde que se concibieron por primera vez, se han ido desarrollando distintos modelos con la intención de mejorar los diseños. Si comparamos los modelos actuales con los que se comercializaban en ese entonces, descubriremos que son bastante diferentes.
En el año de 1907 se logró una evolución muy relevante cuando el Dr. Allen DeVilbiss fundó una compañía, en la que se creó la primera pistola para pintar con uso del aire comprimido. Esta compañía todavía existe.
Las primeras pistolas requerían de una presión de 3 o 4 kg, lo cual es bastante presión, considerando la que se usa actualmente. Con esta presión se lograban buenos acabados, pero, la desventaja es que mucha pintura se quedaba en el aire, lo cual interfería con la superficie que se estuviera pintando en el momento.
Años después se crearon las pistolas HVLP y High Velocity Low Pressure. Estas pistolas trabajaban con una presión mucho más reducida, era de aproximadamente 2 kg, lo que mitigaba el efecto de rebotes de las primeras versiones de pistolas.
Otro aspecto que ha influido en la evolución de este invento es el medioambiente. Las pistolas de pintar han tenido que adaptarse a las distintas normativas de protección del medioambiente y contaminación.
Tipos de pistolas para pintar
Hay muchas formas de clasificar las pistolas de pintura, pueden ser de mezcla interna o de mezcla externa; de acuerdo con el sistema de atomización que utiliza pueden ser convencionales (a presión de 40 a 50 PSI), HVLP (High Volume Low Pressure, que tiene una presión aproximada de 10 PSI) y LVLP (Low Volume Low Pressure, que cuenta con una presión de 20 PSI).
También pueden clasificarse de acuerdo con el sistema de alimentación de la pintura: pistolas por succión, por gravedad y por presión. Finalmente podríamos hacer la distinción entre automáticas y manuales.
La pistola de gravedad tiene un contenedor de pintura en la parte superior. Se llama así porque la pintura baja hasta el cuerpo de la pistola para pasar a la boquilla aprovechando la gravedad. Es más fácil lograr un acabado fino con ella.
La de HVLP, High Volumen Low Pressure, es parecida a la de gravedad, la diferencia es que tienen una mecánica de las piezas interiores diferentes. En este modelo, se cuida más el rendimiento de la pintura, reduciendo hasta un 75% la pérdida de pintura a causa de la dispersión.
En cuanto a la pistola de succión, el contenedor de pintura está situado en la parte inferior del cuerpo de la pistola. Como el nombre lo indica, succiona la pintura para que llegue a la boquilla. Es importante mencionar que algunas utilizan un compreso de aire. Si se quiere trabajar con una pieza pequeña, es recomendable utilizar una con un depósito pequeño, así se podrá tener un mejor control.
La híbrida se caracteriza por mantener el ahorro en el consume de pintura, pero con las ventajas de la HVLP. Mientras que la de pulverización electroestática se conecta a tierra y realiza una carga electroestática para llevar a cabo el pintado.
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