La inspección final de los sistemas de pintura es sumamente importante y se realiza justo después del curado mediante un horno de convección, infrarrojo u otro. En esta etapa es donde se determina si las piezas son ideales para liberar al mercado o para producciones posteriores, como ensamblado. Los fabricantes deben aplicar algunas pruebas, que deben pasar las piezas para ser consideradas como trabajos de calidad. Continúen si quieren conocer más detalles.
El esquema de curado de la pintura en polvo
El curado de la pintura aplicada en las piezas y realizado en un horno de convección o de otro tipo se conoce también como polimerización y, básicamente, consiste en la activación de una reacción química del sistema de resinas incluido en el producto, que es posible mediante el calor.
El óptimo balanceo del sistema de sustratos y el tiempo en que el nivel de calor de los sustratos permanece en la especificación que se entrega en los manuales técnicos (que varían según la línea de productos) determina tanto la buena nivelación como la performance que se especifica para ensayos químicos y físicos.
Ahora bien, con respecto al esquema de curado, se refiere a las condiciones del horneado de las piezas recubiertas, que, principalmente, son el tiempo y la temperatura. Estos parámetros son indispensables al estimar la adopción de uno de los tipos de hornos de pintura industrial o renovar alguno existente en el taller.
Si los talleres de pintura desean conseguir recubrimientos satisfactorios de cualquier tipo de pieza, necesitan respetar las condiciones de curado especificadas por los fabricantes del tipo de pintura que usen, ya sea epóxica, poliéster, epoxi-poliéster o poliuretano. Para que alguna de estas pinturas sea curada correctamente, los rangos establecidos deben controlarse y mantenerse, ya que, si ocurre un exceso de curado de las piezas, ocurrirán problemas graves que derivarán en retrabajos y pérdidas de dinero y tiempo, como:
- Modificaciones en el color.
- Reducción del brillo.
- Disminución de las propiedades mecánicas.
La inspección final del sistema de pinturas
Como mencionamos, la inspección final de los sistemas de pinturas es una fase importante, debido a que en ella se determina si las piezas son o no adecuadas para su venta o procesamiento. En caso de omitirse un detalle, el fabricante y los talleres de pintado pueden desviarse de los estándares de calidad, lo que derivaría en pérdidas de clientes e insatisfacción por parte de socios y consumidores. Por tal motivo, deben evaluarse tres factores mediante varias pruebas, como:
Pruebas de dureza
Se utilizan dos pruebas distintas para determinar la dureza del curado:
Prueba de dureza mediante lápiz
Se aplica conforme las recomendaciones de la ASTM D 3363. Implica usar lápices de dureza con ciertas escalas para determinar la misma dureza del recubrimiento curado, que consiste en su resistencia a las rapaduras o rayados en su superficie. La norma sugiere iniciar la prueba con los lápices de menor dureza hasta que la película sea cortada. El valor de la dureza resultante será aquel anterior al lápiz que consiguió cortar o dañar la película de pintura.
Prueba de dureza mediante lija
Esta se aplica a los revestimientos con un acabado más duro. Al lijarse la superficie de la pieza totalmente curada con un papel lija especial, se forma un polvo. Si el curado no está completado y no es lo suficientemente duro, se tornan pegajosos tras el lijado.
Prueba de medición de la película
Esta también se aplica cuando los recubrimientos están completamente curados con un horno de convección, infrarrojo, entre otros. Se aplica para saber si el espesor resultante está dentro del rango de aceptabilidad especificado. Se trata del único valor que se puede verificar, sin importar el momento de su aplicación y sin que la pintura se dañe.
Prueba de adhesión
Usar recubrimientos en polvo dota de protección anticorrosiva a las piezas de acero. Dicha protección depende de una óptima adhesión, por lo que esta última debe evaluarse. La norma ASTM D 3359 recomienda que esta prueba se realice por medio del corte con navaja, ya sea en forma de cuadrícula o cruz, lo que varía según el espesor del revestimiento obtenido tras la prueba anterior. Los resultados obtenidos son de naturaleza cualitativa y se basan en una escala visual, que integra seis grados de adherencia. Al evaluar el nivel de resquebrajamiento a lo largo de los bordes de los cortes se obtiene el grado de adherencia.
Quizá, la fase más importante en el sistema de pintura sea el curado, ya que confiere su apariencia final a las piezas, lo que impacta en la calidad de los productos. Por tal motivo, además de aplicar las pruebas mencionadas, también deben elegir el tipo de proceso más conveniente para su aplicación, considerando los niveles de producción y calidad requeridos.
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