La pistola para pintar es indispensable para trabajar con vehículos, ya sea para pintarlos o aplicar capas de protección contra el óxido y otros factores, debido a que acelera el proceso y aumenta la precisión de aplicación. Existen varios tipos de pistolas, no obstante, la mayoría cuenta con los mismos componentes, por ejemplo, dos vías distintas: una para la circulación de la pintura y otra para el aire.
Esta similitud en los componentes hace que los procesos de limpieza sean parecidos y garantizar es importante para percibir los beneficios de usar pistolas para pintar. Se realiza después de utilizarlas, permitiendo que funcionen bien y que cumplan con su ciclo de vida estimado. Un punto importante es no dejar que la pintura se asiente por horas, debido a que remojar el equipo de aplicación tras ese lapso no eliminará la mayoría de residuos.
Ahora bien, la mayoría de talleres no cuentan con estaciones de lavado para las pistolas, no obstante, esto no impide realizar una limpieza completa con ayuda de productos específicos y kits. Se trata de un proceso complejo que requiere tiempo y conlleva riesgos para el usuario, por la exposición a diluyentes y endurecedores, por lo que se recomienda utilizar guantes. A continuación, les diremos cómo lograr una limpieza efectiva.
Eliminar los residuos de pintura
Lo primero es separar el regulador de aire de la pistola para pintar, pero antes desconecte el compresor de aire. Quiten la pintura que haya en el dispositivo y, en caso de haber añadido endurecedor, eviten regresar los residuos al empaque original, ya que fijará la pintura que haya en la lata. Por otra parte, si aplicaron una película base sin endurecedor, pueden variar los residuos en la lata para su uso posterior.
Tomen el diluyente de su elección y viertan una pequeña cantidad en el depósito de pintura. Posteriormente, coloque la tapa de depósito y agítalo con la pistola de forma suave, asegurándose de que el diluyente cubra toda la superficie interna para disolver los residuos. Hagan pasar el diluyente a través de los mecanismos del equipo de aplicación hasta vaciarla en un recipiente adecuado para su desecho.
Tras ello, apuntan con la pistola y aprietan el gatillo como si fuesen a aplicar pintura. Usen toallas de papel para secar la pistola y repitan el proceso, al menos unas tres veces para que la posterior limpieza sea profunda y efectiva.
Limpiar la pistola
Lo siguiente es limpiarla para que esté lista para la próxima aplicación. Consideren que, si hay residuos pegajosos de recubrimiento en los mecanismos de la pistola para pintar, será difícil su utilización. En el caso de los componentes pequeños que desensamblan, tienen que limpiarse con disolvente de forma individual. Tengan a la mano un pequeño recipiente con diluyente para que los coloquen en él mientras son retirados.
Quiten el depósito de la pistola y, si lo desean, remójenlo nuevamente el diluyente para eliminar cualquier residuo sobrante. Quiten la perilla de ajuste de flujo (usualmente se encuentra en la parte trasera del dispositivo) y el resorte que se expondrá tras ello. Aprieten el gatillo y quite con cuidado la aguja para evitar daños o dobleces durante la limpieza.
En la parte delantera de la pistola encontrarán una tapa. Gírela en sentido contrario a las manecillas para quitar. Esto permitirá sacar la boquilla. Lo siguiente es colocar ambos componentes en el baño de diluyente. Enjuaguen por completo la pistola con diluyente y después con agua limpia. En caso de que las piezas pequeñas en el baño de diluyente requieran exfoliante adicional, aplíquelo.
Limpien la pintura que haya en juntas y en zonas difíciles de acceder, ya sea con cepillos de cerdas suaves o hisopos. Esta etapa del proceso tomará tiempo, pero es importante que la limpieza sea profunda para optimizar la aplicación de pintura líquida en el siguiente proyecto.
Al acabar, enjuaguen y después sequen cada parte expuesta de la pintura con toallas de papel. Posteriormente, utilicen su sistema de aire comprimido (asegurándose que el suministro sea limpio) para eliminar el líquido sobrante en partes móviles y orificios que conforman la estructura de la pistola. Revisen la calidad de la limpieza y sequen la pistola por completo, ya que hay posibilidades de que los residuos de agua retornen a los mecanismos.
Una vez hecho esto, enjuague con agua limpia y seque los componentes individuales que dejaron en el baño de diluyente. Después, mantenlos de nuevo. Si se lubrica las piezas móviles y roscas sobre la marcha, el proceso será más sencillo. Limpien la pistola para que no quede aceite y revisen su funcionamiento para evitar fallas al usarla en sus cabinas para pintura.
Con esto su pistola se mantendrá en óptimas condiciones. Aprovechen durante el proceso para revisar su equipo y determinar si algún componente requiere reemplazo. En caso de requerir ejemplares nuevos para actualizar y optimizar sus sistemas de pintura, contacten a los expertos de Powdertronic al (55) 5358 9132, llenen nuestro formulario o escríbannos a la dirección: ventas@powdertronic.com.
