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Arrugas y ampollas: dos defectos típicos en la aplicación de pintura

El uso de la pistola para pintar permite óptimas aplicaciones de pintura electrostática, sin embargo, pueden ocurrir varias imperfecciones producidas en las diferentes capas del sistema de pintado y que se originan durante las aplicaciones, ya sea por problemas en los equipos, procesos de mezcla o formulaciones de la pintura.

Frente a esta dificultad común en industrias que dependen de la pintura en polvo, resulta indispensable reconocer los defectos más comunes, los métodos de prevención y corrección, para evitar disminuciones en los controles de calidad, pérdidas de confiabilidad y dinero.

Para evitar los defectos se han desarrollado materiales y herramientas como retoques, abrillantadores, lijas extrafinas, disolventes integradores, pulidoras, entre otros. Son varios los defectos reportados por las industrias, sin embargo, los más comunes en la aplicación de recubrimientos en cabinas de pintura son las ampollas y arrugas.

Arrugas

Se trata de ondulaciones y pliegues en la capa superficial del recubrimiento aplicado con una pistola para pintar u otros equipos, que levanta la capa y da un aspecto áspero. El origen de este problema se da principalmente por la acción de diluyentes en las capas previas, que reaccionan con el sustrato o quedan atrapados y buscan salir a la superficie, por lo que levantan la última capa. Comúnmente se encuentra en las capas de acabado fina, como bicapas, trocadas o esmaltes de acabados y resulta notable durante la aplicación o al secarse la pintura.

Son varias las causas por las que ocurre, entre las que destacan las siguientes:

  • Reacciones del diluyente usado en la aplicación de la última capa de pintura con la capa anterior, lo que hincha y levanta el recubrimiento y permanece en forma de arrugas.
  • Uso de disolventes incompatibles o agresivos que hinchan la última capa de revestimiento sin romperla.
  • No dejar un tiempo entre aplicaciones de pintura para que los disolventes aplicados se evaporen.
  • Secado insuficiente del recubrimiento de fondo, de modo que los disolventes hinchan la última capa sin romperla.

Un ejemplo de este problema es el repintado de un sistema bicapa antes de proceder a la aplicación de laca o barniz. Al emplear el mismo diluyente del barniz para limpiar la superficie del material, reacciona con el bicapa debido a que este revestimiento es bastante sensible al secarse, lo que crea arrugas. La manera de evitarlo es aislar la bicapa con un fondo sellador.

Si tras la aplicación y secado del recubrimiento en las cabinas de pintura detectan asperezas, pueden lijar la zona afectada hasta llegar a la capa de fondo, en la que no hay arrugas. Al llegar ahí deben sellar o fondear y repintar la capa de acabado. Lo preferible es que eviten este problema antes de que ocurra. Las medidas de prevención que pueden aplicar son las siguientes:

  • Deben adquirir los sistemas de pintura de forma correcta, de modo que todos los productos usados sean compatibles con el sustrato y las distintas capas de pintura.
  • Respeten los tiempos mínimos de evaporación entre mano y mano.
  • Asegúrense que la pintura de fondo se seque bien, ya sea por tiempo en las etapas y tipos de curado o por relación de catalizador.

Ampollas

Ocurre comúnmente por restos de agua, grasas o aire entre las capas de pintura de acabado y las previas. Se asemeja a las arrugas debido a que son un levantamiento e hinchazón de la capa de acabado, sin embargo, se distingue de ellas por su forma circular, que está bien definida y no rompe la capa de pintura.

El problema tras las ampollas no solo es su aspecto poco agradable, que disminuye la calidad de las piezas revestidas, sino la facilidad con que pueden romperse. Pueden encontrarse en cualquier capa de recubrimiento, desde el acabado hasta la capa de imprimación y se manifiestan cuando la pintura se seca.

Son diversas las causas detrás de este defecto, entre las que destacan las siguientes:

  • Suciedad o polvo en la superficie, que actúan como esponjas y absorben la humedad. Cuando son expuestas a temperaturas específicas o se aplica calor sobre ellas con los hornos de curado liberan el líquido, lo que conforma las ampollas.
  • Absorción de humedad por la capa de revestimiento, ya sea por la absorción de sustratos porosos antes de la fase de aplicación o por ausencia de reticulación durante la etapa de curado.
  • Ósmosis a través de la capa de recubrimiento, de modo que hay absorción de agua y se forman las ampollas.
  • Aplicación de pintura en superficies con temperaturas más bajas a las del ambiente, de modo que la humedad del entorno se precipita y forma partículas de líquido sobre la superficie.
  • Aplicación de recubrimiento en entornos con alta humedad.
  • Fondo de pintura o sustrato secados de manera insuficiente, lo que contiene humedad antes de aplicar la pintura.
  • Masillas no lijadas con atrapamiento de aire.
  • Masillas basadas en poliéster o lijado al agua del recubrimiento sin dejar suficiente tiempo de evaporación.
  • Uso de compresores de aire sin filtros en línea, lo que permite la circulación de agua, aceites entre otros contaminantes, de modo que durante la aplicación de pintura terminan depositados en la superficie.

Si tras las revisiones de la pintura al secarse se encuentran ampollas, lo recomendable es lijar la zona afectada hasta llegar a la capa de fondo. Al dar con ella se debe sellar o fondear y repintar la capa de acabado. Al igual que es caso anterior lo recomendable es prevenir este problema para evitar contratiempos o desperdicio de material. Las medidas que pueden aplicar son las siguientes:

  • No aplique la pintura en entornos altamente húmedos ni en superficies con bajas temperaturas.
  • Lijen por completo la masilla cuando esté seca para no dejar oclusiones de aire durante la etapa de curado de la masilla.
  • Revisen que la capa a pintar seque adecuadamente.
  • Corroboren la ausencia de residuos en la capa de pintura.
  • Utilicen pinturas selladoras para aislar las superficies porosas.
  • Den mantenimiento periódico al sistema de alimentación y generación de aire comprimido.

Para evitar ambos defectos, es importante la adquisición de equipos de marca y calidad. Si desean una pistola para pintar y otros equipos para asegurar excelentes recubrimientos contacten a los expertos de Powdertronic. Tenemos una gran variedad de equipos como hornos de curado, cabinas, quemadores, transportadores, entre otros. Para más información, comuníquense a través de la línea al (55) 5239 4775 o envíen un mensaje al correo ventas@powdertronic.com.