La aplicación de pintura en polvo destaca por su eficacia y adaptabilidad, proporcionando durabilidad y protección contra diferentes factores ambientales. Hay varios métodos de revestimiento para cualquier tipo de pieza que necesite acabados de calidad y excelente estética, pero hay dos que destacan: la pulverización y la inmersión. Cada uno abarca varias técnicas, como la carga tribo con pistola para pintar y que vale la pena conocer.
Revestimiento mediante pulverización
La pulverización es la técnica más común para aplicar revestimientos en polvo. Es especialmente eficaz para crear capas finas (entre 25 y 125 micras) y puede usarse igual para capas un poco más gruesas. El proceso implica proporcionar una mezcla de polvo y aire desde una tolva a través de una pistola, que deposita el polvo en la superficie a recubrir. Luego, la pieza recubierta se lleva a un horno de convección o de otro tipo para el curado. Este método emplea una carga eléctrica para atraer el polvo al sustrato, razón por la que se le conoce como pulverización electrostática.
Ahora bien, existen dos subtipos de pulverización electrostática, diferenciados por el dispositivo usado y la forma en la que se imparte la carga eléctrica:
Aplicación de carga de corona
Las pistolas de carga corona cargan el polvo al salir de estas. Mediante un generador de alto voltaje, se generan hasta 100,000 voltios, lo que produce un campo eléctrico/iónico entre los electrodos de la pistola para pintar y la pieza a recubrir conectada a tierra. Dicho campo iónico o corona, transfiere una carga a la pintura en polvo mientras pasa y, una vez cargado, se adhiere al sustrato conectado a tierra por cierto tiempo para que pueda pasar por el proceso de curado.
Aunque casi cualquier pistola para pintar de corona imparte una carga negativa al polvo, hay ejemplares que pueden generar una carga positiva, siendo frecuentemente usadas para el revestimiento de nylon en polvo.
Aplicación tribostática
Aquí se usa una pistola Tribo, que recurre a un método completamente distinto para cargar la pintura en polvo: la fricción se usa como la fuente de carga. El recubrimiento es canalizado a través de una superficie revestida con PTFE (un tipo de fluoropolímero antiadherente), haciendo que cada partícula se cargue al chocar repetidamente con las paredes. Posteriormente, las partículas se adhieren al sustrato conectado a tierra. Cabe agregar que el volumen y velocidad del polvo influyen en la carga que este adquiere.
Es importante que se adquiera el sistema de carga adecuado para el tipo de polvo específico, ya que esto evita problemas en la aplicación del recubrimiento. Asimismo, debido a los problemas de aplicación y al costo de la pistola para pintar, es importante mantenerla en excelentes condiciones.
Recubrimiento mediante inmersión
Este método se utiliza en varias industrias con aplicaciones especializadas, principalmente cuando las piezas a recubrir son complejas, requieren capas de pintura de mayor grosor o una cobertura uniforme en los bordes. Es igual el más utilizado para polvos termoplásticos. Es importante que la pieza a recubrir se precaliente previo a la aplicación del polvo.
La inmersión se realiza mediante los siguientes subtipos:
Lecho fluidizado
El término «lecho» del método de aplicación de polvo por lecho fluidizado se refiere a un contenedor o caja abierta en el que está contenido el polvo. El aire es bombeado a este de manera uniforme, lo que reduce la densidad de la pintura y hace que fluya y se comporte como un líquido. Los polvos usados en este método suelen tener tamaños de partícula más grandes y regulares, de modo que se facilite dicho comportamiento. Posteriormente, la pieza precalentada es sumergida en el lecho y el grosor del revestimiento es determinado por la temperatura del sustrato y el tiempo en que permanezca inmerso.
Lecho fluidizado electrostático
Se basa en el mismo principio de fluidización que la variante anterior, no obstante, aquí el polvo es cargado, causando la formación de una nube de polvo cargado sobre el lecho. Al pasar las piezas por esta nube, el polvo se adhiere en su superficie. No es necesario precalentar y es un método muy utilizado para revestir bobinas de forma continua, así como mallas de alambre, entre otras piezas de configuración sencilla, que necesitan una capa delgada y sin rebajes profundos.
¿Cuáles son sus ventajas y limitaciones?
Para hacer la elección correcta, conviene ver los pros y contras de todos los métodos mencionados. Para ello, es importante considerar aspectos, como los requisitos de espesor de capa, química de la pintura, geometría y dimensiones del sustrato y velocidad del proceso de aplicación.
Aplicación de carga de corona
Entre sus beneficios destaca su aplicación rápida y fácil, principalmente en películas delgadas, además es compatible con la mayoría de polvos y no es necesario precalentar las piezas. No obstante, necesita altos voltajes y tiene complicaciones con recovecos profundos, además, es difícil controlar el espesor y cambiar de color, a diferencia de la aplicación Tribo.
Aplicación tribostática
Es muy conveniente para sustratos con formas complejas, velocidades bajas de aplicación y no depende de altos voltajes, aunque es más lenta que la aplicación de corona, su eficiencia es menor y es necesario ser cuidadosos con la química del polvo.
Lecho fluidizo
Permite cubrir piezas complejas, crear capas gruesas y uniformes, aunque es necesario un horno industrial para el precalentamiento y postcalentamiento y es problemático con piezas grandes, asimismo, es difícil revestir sustratos delgados.
Lecho fluidizo electrostático
Es muy rápido y produce capas delgadas y de calidad, aunque su área de recubrimiento es limitada y no es muy flexible.
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