En muchas de las industrias para el pintado de piezas de autos, electrodomésticos y una amplia variedad de artículos se utiliza la pintura en polvo, que tiene características mejores a la pintura convencional, pero requiere de un proceso extra: el curado de pintura. Para realizar este proceso de curado de la pintura en polvo se utiliza un horno de convección que produce una temperatura controlada para la fijación de la pintura y es del tamaño adecuado para las piezas a pintar, también se puede optar por un horno infrarrojo, que tiene una función similar.
Cada uno de los métodos tienen sus pros y sus contras. Elegir el adecuado dependerá de las necesidades de sus industrias, a continuación, les hablaremos de las ventajas y las desventajas de los hornos infrarrojos y de convección para que puedan elegir cuál es el adecuado para las necesidades de sus productos.
Los hornos infrarrojos tienen la principal ventaja de un mejor consumo de energía, en la mayoría de los casos son considerados los de mayor eficiencia, eso de debe a la naturaleza de cómo los infrarrojos curan una capa de pintura. Estos hornos utilizan ondas infrarrojas para acelerar el secado o la curación de la pintura del revestimiento, a diferencia de los de convección que requiere elevar la temperatura del producto y del revestimiento para permitir que el producto se cure.
El tiempo de curado también es relativamente más rápido, puesto que no requiere que la superficie del producto se caliente antes de que comience el curado y cubre todo el espesor del recubrimiento desde el principio, el infrarrojo puede ser una manera más rápida de curar un recubrimiento de pintura en polvo. Aunado a esto están los ahorros en los costos de operación, dado que además de consumir menos energía, hace el trabajo más rápido, reduciendo los costos de energía.
Los últimos dos pros es que no elevan la temperatura de la superficie del producto, por lo que lo convierte en una opción ideal para sustratos sensibles a elevaciones de temperatura como los plásticos y se tienen un mayor control sobre el curado, ya que se pueden cambiar las longitudes de onda de energía utilizadas para alterar la velocidad a la que se cura un producto.
A pesar de que estos pros lo hacen ver como la mejor opción, también tienen que tener en cuenta que hay muchos contras sobre estos hornos, por ejemplo, requieren de una línea de visión directa para curar un producto, lo que esto significa que los hornos de infrarrojos normalmente no funcionan tan bien con los objetos que tienen muchas áreas hundidas o sobresalientes, es decir todos los objetos que son significativamente diferentes a los planos. El horno de infrarrojos debe tener sus ondas directamente en contacto con la superficie de recubrimiento que se va a curar.
De igual manera tiene limitaciones con ciertos revestimientos. Por ejemplo, si un recubrimiento es de naturaleza excesivamente reflectante, a veces no se cura bien utilizando tecnología infrarroja, esto se debe a que, en lugar de que las ondas infrarrojas penetran en el recubrimiento y se curen, curarán únicamente la parte superior, asimismo, las superficies que son muy refractivas tienen tiempos de curado que son muy lentos.
Por su parte, el horno de convección tiene otros pros. Uno de los que más destaca es su menor costo inicial, por lo regular, tienen un precio de compra más bajo sobre los hornos infrarrojos, además, que se pueden fabricar en cualquier dimensión para adaptarse a cualquier pieza.
No tiene limitaciones en la forma de las piezas que van a curarse, los hornos de convección no dependen de ondas de energía para curar el producto, sino que calientan todo el aire circundante, lo que permite el curado de cualquier cavidad en la superficie del producto, sin importar las irregularidades con las que cuente. De igual manera tienen menos limitaciones en los recubrimientos que puede curar, por lo que existe una mayor versatilidad en el curado de los productos.
El único contra que se puede destacar, es que los hornos de convección no son aptos para todos los sustratos, puesto que, al calentar la superficie del producto con aire caliente a altas temperaturas, es lo menos ideal para las superficies de productos que puede alterarse a temperaturas cercanas a los 180 grados, como pueden ser los plásticos, las maderas y los MDFs.
Un horno de infrarrojos o uno de convección es un gran gasto, para saber mejor cuál es el adecuado para ustedes, le recomendamos analizar sus procesos y los productos que van a procesar, así como el recubrimiento en las dos opciones para saber cuál funcionará mejor para ustedes. Si desea más ayuda para evaluar un horno de infrarrojos o de convección, comuníquense con un especialista para que los asesore, como los que pueden encontrar en Powdertronic.
Los hornos de infrarrojos son ideales si tienen una superficie de producto relativamente plana, sin huecos, dobleces o cavidades, también si tiene un sustrato de producto que no se puede calentar sin cambiar la superficie del producto. Pueden tener limitaciones con ciertos revestimientos y superficies.
El horno de convección funciona con la mayoría de los recubrimientos, superficies irregulares y tiene menos limitaciones en los sustratos del producto, por lo general, tendrán mayores costos de operación que un horno de infrarrojos, pero es el ideal para la mayoría de los productos que necesitan una curación de la pintura. También pueden ser más lentos en el curado que un horno de infrarrojos, pero eso puede afectar positivamente al mejorar la fijación de la pintura.
En Powdertronic podrán encontrar una amplia variedad de hornos para pintura que pueden adaptarse a las necesidades de sus industrias, tanto en los productos que necesitan curar, como en los distintos tipos de pinturas que utilicen. Para conocer nuestro catálogo pueden comunicarse con nosotros vía telefónica o por correo electrónico donde uno de nuestros ejecutivos los atenderá y asesorará para que elijan el mejor horno de convección, basado en las características de su negocio.
